La urgente necesidad de las empresas químicas de adaptarse frente a la crisis energética y las normativas rigurosas de carbono de la Unión Europea requiere una transición de los combustibles fósiles y una drástica disminución de las emisiones. Ello se puede lograr mediante mejoras en reciclaje, calefacción eléctrica y uso de materias primas renovables.
Un reciente estudio presentado por el grupo de expertos de Agora Industry plantea una estrategia triple para lograr una industria química en sintonía con el entorno climático. La investigación se centra en la electrificación del proceso de calefacción, la mejora en el reciclaje y reaprovechamiento de los productos químicos, y la inclusión de materias primas renovables, como la biomasa sostenible.
Este enfoque reduciría la necesidad de recursos como el gas fósil y las materias primas, además de disminuir la dependencia de fuentes de energía como el hidrógeno y la electricidad renovable. Al emplear el contenido de carbono contenido en la biomasa, la industria química incluso podría conectar a largo plazo el CO₂ de sus productos, siempre que estos reciclados sean de manera repetida.
La investigación
El análisis que se elabora en el estudio de Agora Industry se basa en que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de las fases previas y posteriores de los productos químicos fundamentales superan incluso las emisiones directas de dióxido de carbono derivadas de la fabricación química. La extracción de materias primas para estos productos también genera emisiones, dado que el 90% de los productos químicos se basan en petróleo o gas fósil.
Los costos elevados de los combustibles fósiles y el endurecimiento de las regulaciones del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS) exigen una transformación veloz de la industria química. La reducción acelerada del límite de emisiones en el EU ETS significa que las industrias europeas deben lograr la neutralidad climática antes de 2040.
Para cumplir esta meta, desde la investigación explican que se necesita un marco político global en consonancia con las metas climáticas para impulsar la transformación del sector químico. Permitir a las empresas reducir su dependencia de combustibles fósiles mejoraría su competitividad y resistencia, alentando el surgimiento de innovaciones en nuevos productos para satisfacer la creciente demanda de productos químicos neutrales en cuanto a clima.
Actualmente, un 40% del consumo de combustibles fósiles en el sector se utiliza para generar calor y electricidad. En respuesta a la crisis energética, la UE lanzó el plan REPowerEU, que incluye la reducción a la mitad del uso de gas fósil en la industria alemana para 2030. El gas fósil en el proceso de calefacción puede ser reemplazado por alternativas como bombas de calor, calderas eléctricas u hornos eléctricos de craqueo de vapor.
